Cabe recordar que en Asturias, la noche de San Xuan, y su amanecer, “es un instante mágico”, y rara es la población asturiana en la que no celebre esta festividad. En cuanto al origen, el 21 de junio se celebra en el hemisferio norte, el día más largo del año: el solsticio de verano. Definitivamente no es un día como los demás, la naturaleza, el hombre y las estrellas se disponen a celebrar una fiesta, cargada de gran poder y magia; los agricultores dan gracias por el verano, las cosechas, las frutas y por disponer de más horas para cumplir con sus tareas. También es el momento justo para pedir por la fecundidad de la tierra y de los mismos hombres.
La celebración del solsticio de verano es tan antigua como la humanidad. En un principio se creía que el sol no volvería a su esplendor total, pues después de esta fecha en el hemisferio norte los días eran cada vez más cortos. Por esta razón, fogatas y ritos de fuego de toda clase se iniciaban en la víspera del pleno verano, o 20 de junio, para simbolizar el poder del sol y ayudarle a renovar su energía.
¡Gracias a todos por su participación! La Fiesta de San Juan fue un éxito rotundo gracias a su entusiasmo y apoyo. A todos los que participaron, colaboraron y se unieron a esta celebración, ¡les agradecemos por hacer de esta noche un recuerdo imborrable!